viernes, 10 de abril de 2020

Padre, a tus manos encomiendo mi Espíritu.

Salmo 30,2.6.12-13.15-17.25

2.En ti, Yahveh, me cobijo, ¡oh, no sea confundido jamás! ¡Recóbrame por tu justicia, líbrame,
6.en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad,
12.De todos mis opresores me he hecho el oprobio; asco soy de mis vecinos, espanto de mis familiares. Los que me ven en la calle huyen lejos de mí; 
13.dejado estoy de la memoria como un muerto, como un objeto de desecho.
15.Mas yo confío en ti, Yahveh, me digo: «¡Tú eres mi Dios!» 
16.Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores; 
17.haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!
25.¡Valor, que vuestro corazón se afirme, vosotros todos que esperáis en Yahveh!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario